TÍTULO: PROPUESTAS PARA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL DE PERSONAS SORDAS, USUARIAS DE LA LENGUA DE SIGNOS INTERNACIONAL, EN EL FUTURO.

ASIENTO BIBLIOGRÁFICO:
MANZANARES PEREZ, Gregorio. «Propuestas para el nuevo orden mundial de personas sordas, usuarias de la lengua de signos internacional, en el futuro». [documento en PDF] Málaga. 19 de julio de 2018. 19 pag. Nº expediente: RTA-00421-2018. Nº Asiento registral: 04/2018/2652 

RESUMEN:
Sería novedoso y de gran oportunidad que esta comunicación sea debatida en el XVIII Congreso Mundial de la Federación Mundial de Sordos porque este artículo vincula espiritualmente e inquietantemente al lema general del mismo congreso: Derechos de Lengua de Signos para  todos.

Se centra en analizar principalmente la problemática situación internacional de las personas sordas y en las nuevas propuestas esperanzadoras en relación al futuro de la nueva lengua de Signos Internacional y el nuevo orden de las personas sordas del mundo, que son dos salvoconductos para las futuras generaciones de las personas sordas. Son como una nueva arma para eliminar las barreras comunicativas, libre de las barreras lingüístics y fomentar la unidad identitaria de las personas sordas del mundo, más allá de la ideología, la  raza, la cultura, el idioma, etc.

Asimismo, recomienda las  estrategias para afrontar los cambios de la política sorda con la ONU, a fin de alcanzar esos objetivos y preservar la garantía de la comunidad sorda signante internacional en el futuro y su inclusión plena en el ámbito socioeconómico y geopolítico.

La futura lengua de Signos Internancional es como: ¿Renovarse o morir? ¿Cuál de ellos prefieres?


FRASE INDISCUTIBLE:
Victor Hugo, poeta, dramaturgo y novelista romántico francés, considerado como uno de los más importantes en lengua francesa, dijo: "Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye, la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente".


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PALABRAS CLAVES:: Lengua de Signos, comunidad sorda, población, legislacióin.


CONTEXTO Y CAUSAS:

La Organización Mundial de Salud (en adelante, OMS) estima que en el mundo hay 360 millones de personas con pérdida de audición equivaliendo aproximadamente al 5% de la población mundial; de las cuales 32 millones son niños.
Sin embargo, la Federación Mundial de Sordos (en adelante, WFD) estima que en la Tierra hay cerca de 70 millones de personas con alguna deficiencia auditiva, pero el problema es no saber distinguir exactamente cuántos de ellos usan la lengua de signos como principal medio de comunicación visual de personas sordas.
¿Cómo lo vamos a saber cifrar exactamente?... Quizás nunca vamos a saberlo exactamente.
Tomando, como partida, los datos en la comunicación titulada “Etnicidad sorda y biopoder”, hecha por Harlan Lane, de Northeastern University, Boston (EEUU) en el 15º Congreso Mundial de la Federación Mundial de Personas Sordas celebrado en Madrid, el año 2007, dijo “… En los EE. UU., el mundo de las personas sordas cuenta con alrededor de medio millón de ciudadanos, cuya lengua principal es la Lengua de Signos Americana (ASL) y que se identifican como miembros de esa cultura minoritaria…”.
De ese contexto cuantitativo, en función del tamaño territorial y la geopolítica, podríamos atrever a estimar la cifra de las persona sordas signantes y nativas de todo el mundo: 10 millones de personas sordas signantes y nativos aproximadamente.

El 4 de julio del año 2017, la WFD publicó en su página web información gráfica sobre “The Legal Recognition of Sign Languages by Country”, la cual, representa sólo el 25% de todas las lenguas de signos del mundo, que están reconocidas por algún tipo de normativa en su país.
Dicho dato estadístico, se puede interpretar como que la lengua de signos no tiene, mundialmente, la suficiente fuerza política o social como para responder a los desafíos socioeconomicos y políticos de la globalización, y, tampoco, puede competir en el mundo con los idiomas predominantes, sino, más bien, abrazar gradualmente a las lenguas muertas.
En concordancia con Maartje De Meulder en su artículo titulado “The Legal Recognition of Sign Languages” (2015), se afirma que “...En realidad, en la mayoría de los casos legales no se conduce a un estatus oficial minoritario...” y “...La lengua de signos y sus usuarios son a menudo ignorados en el contexto de la política lingüística...”. En suma, en otro de sus artículos, publicado en el año 2016 “The Power of Language Policy: The Legal Recognition of Sign Languages and the Aspirations of Deaf Communities.”, se reconoce la existencia de las presiones demográficas, políticas, económicas, sociales y educativas que ponen en peligro la vitalidad para la sostenibilidad de la lengua de signos.

El artículo 30 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y su Protocolo Facultativo, aprobados el 13 de diciembre de 2006 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, establece el reconocimiento y el apoyo a la identidad cultural y lingüística, incluidas la lengua de signos y la cultura de los sordos.
El problema es que cada estado parte de esa convención aplicada de diferentes formas en mayor o menor medida. Es decir, la teoría es de color y la práctica es de blanco y negro.

Damos por hecho que las comunidades sordas viven subrogadas en la sociedad mayoritaria predominantemente oyente, y es inevitable que en mayor o menor rango, cualquier comunidad sorda sufra por el sometimiento a los cambios o las decisiones de la globalización geopolítica o política económica que influyen defendiendo en el terreno clínico-patológico mediante las prótesis auditivas y las tecnologías biomédicas, respaldadas por el apoyo legislativo del gobierno porque sabemos que inevitablemente nos estamos convirtiendo en una futura especie hibrida, formada por la fusión de biología y tecnología.
Consecuentemente, las repercusiones de esos cambios producirán la degeneración moral, lingüística, conductual y cultural del movimiento asociativo de personas sordas de varios países, que es el punto de partida preocupante en los debates de la WFD.

Asimismo, somos conscientes de que el progreso humano social de la sociedad de cualquier país impone sus propios mecanismos con tendencia a establecer la homogeneidad social, o mejor dicho el modelo social.
El mundo clínico-patológico persigue a restaurar unos teóricos patrones de normalidad, para que incluyamos en la ecuación de normalidad social, porque la OMS define la discapacidad como aquella que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación, que teóricamente precisa alguna solución médica.
Seamos conscientes de que en muchos países en vía de desarrollo la cultura clínica les está ganando la partida a la cultura lingüística. Es inexcusable.
Además, sabemos que la sordera es considerada como una enfermedad en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la OMS, (en inglés, International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problem (CDI)), y esa clasificación hace que el mundo médico persiga la función rehabilitadora y se rija por la cultura de la intervención y el tratamiento para solucionar/curar a cualquier enfermedad.
Sorprendentemente, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad considera también la sordera como persona con discapacidad.
Por lo tanto, sabemos que en muchos contextos públicos y documentos jurídicos vemos el binomio discapacidad-enfermedad conjuntamente.

Enseño un ejemplo de la ley reciente aprobada en Andalucía, Ley 4/2017, de 25 de septiembre, de los Derechos y la Atención a las Personas con Discapacidad en Andalucía, concretamente en el punto 3.a. del articulo 17, Atención Infantil Temprana, establece clara pero indirectamente que la actuación coordinada de los sistemas públicos de salud, educación y servicios sociales persigue a la normalización, inclusión y la igualdad de oportunidades con intervención y tratamiento médico para eliminar la discapacidad/deficiencia de la forma más óptima posiblemente.
Otro ejemplo más todavía, el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, cuyo punto 1 del Artículo 11. Prevención de deficiencias y de intensificación de discapacidades dice textualmente: La prevención de deficiencias y de intensificación de discapacidades constituye un derecho y un deber de todo ciudadano y de la sociedad en su conjunto y formará parte de las obligaciones prioritarias del Estado en el campo de la salud pública y de los servicios sociales.
Se supone, interpretando estos párrafos de la legislación, que el Estado apoya a la esterilización moral a las personas con discapacidad de forma sutilmente, con la ayuda médica, educativa y social, que los podríamos llamar como la Trinidad.
¿Qué queremos? ¿Aceptamos nuestra discapacidad como enfermedad y pasamos a someternos a la solución de la Trinidad para incluirnos en la ecuación de la normalización social basada en la vida auditiva? ¿O rechazamos la discapacidad y luchamos por la diversidad humana como grupo étnico lingüístico y cultural? No podemos optar por las dos a la vez, sino tenemos que elegir claramente cuál es la postura a mostrar y el camino que queremos caminar.

No podemos ser conformistas y estar con los brazos cruzados ni podemos estar instalados en la comodidad y en la huida de responsabilidad contemplando lo que tenemos en la actualidad pensando solamente en nuestro presente, sino que podemos prever haciendo un diseño que será fruto en nuestras próximas generaciones para que salgan más fuertes y preparadas con una única lengua, en su caso, la futura Lengua de Signos Internacional, donde podrán intercambiar todas las experiencias, las luchas y las preocupaciones sintiendo como una nueva nación sorda, o mejor dicho, una raza étnica mundial unida por un factor común: la sordera.
Es curioso que la intención del pensamiento y sentimiento de “la nación sorda” tuvo en la Societé Universelle des Sourds_Muets en París, 1867 (“Sociedad Universal de Sordo-mudos”) donde quiso fomentar el desarrollo intelectual y moral de las personas sordas de todo el mundo centrándose en la unidad de la “nación sorda”.

Hablando del movimiento asociativo de personas sordas, sabemos que es uno de los pilares importantes de la sostenibilidad de la Comunidad Sorda donde se defienda nuestros problemas, necesidades, derechos y demandas, y también hace que se mantenga nuestra visibilidad ante la sociedad. El asociacionismo sordo es como la fábrica de nuestra lucha.
Sin embargo, lamentablemente sabemos que ante muchos desafíos, tanto externos como internos del movimiento asociativo, los dirigentes del movimiento asociativo están buscando con desesperación algunas pócimas o fórmulas mágicas para engrasar la maquinaria del movimiento asociativo y mantener el espíritu de lucha y la minoría étnica en defensa de las reivindicaciones y los derechos por la calidad de vida de la población sorda.
Notamos indirectamente que el músculo del movimiento asociativo se está debilitando por varios motivos, que entre ellos, indico los siguientes más destacables:

  • Recortes sociales y políticos.
  • Avance biotecnológico, de la ingeniería biomédica o molecular y de la cibernética.
  • Auge del Internet y los nuevos nativos tecnológicos.
  • Edad de los dirigentes que ocupan de la junta directiva de todo el movimiento asociativo a nivel local, federal y estatal se sitúa en la media de 40-50 años de edad. Es decir, el envejecimiento de la población sorda signante.
  • Disminución del número de asociados.
  • Carencia de interés voluntariamente en ocupar un cargo dentro de la Junta Directiva.
  • Debilidad del empoderamiento personal de personas sordas ante los retos o las adversidades de la vida.
  • La calidad de vida y de derechos, así como la participación en el trabajo y en el equipo.
  • Conflictos personales entre los asociados e incluido los dirigentes.
  • Actividades repetitivas.
  • Debilidad de cohesión social en la red asociativa por el comportamiento individualista en lugar del colectivismo.
  • Debilidad de conectividad comunicativa hacia los asociados y los no asociados.
  • Perdida del sentimiento de la unidad y la lucha.
  • Falta de formación e incapacidad política por parte de los dirigentes.
  • Fuga de cerebros de personas sordas en búsqueda de calidad de vida en la sociedad mayoritaria, alejándose del movimiento asociativo por motivos personales, económicos o conflictos ideológicos.

Tomando un ejemplo real de la situación cuantitativa de asociados en el movimiento asociativo de España, correspondiente al año 2017, la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), a la que estoy afiliado como socio, me facilita el número estadístico para hacernos a la idea general sobre cómo va la situación de las personas sordas en España:

  • Según los datos de la CNSE –Confederación Estatal de Personas Sordas de España-, en España hay un total de 7.500 socios/as aproximadamente. (en el año 2014 había 14.000 socios en España), ahora estamos casi a la mitad. 
  • Según la FAAS –Federación Andaluza de Asociaciones de Personas Sordas-, en Andalucía hay un total 1.610 socios/as. 
  • Y en ASOGRA –Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia- asciende a 270 socios/as. 
En cuanto a Signos Internacionales, el uso de Signos Internacionales está en auge consolidando y extendiéndose con mucho crecimiento titánico en todas las partes del mundo. Ese uso no se centra solamente en los Congresos Mundiales, las Asambleas Generales y las reuniones de Buró de la WFD - World Federation of the Deaf –, sino también en:


  • la EUD (European Union of the Deaf);
  • la WASLI- (World Association of Sign Language Interpreters);
  • la WFDB (World Federation of the Deafblind):
  •  la WFDYS CAMP (Campamentos de la World Federación of the Deaf Youth Section);
  •  el CISS (Comité International des Sports des Sourds);
  •  Deaflympics;
  •  H3World TV;
  • Otras conferencias, seminarios o congresos internacionales de otros temas de interés (la educación, la Lengua de Signos, la Historia, etc.); y
  •  la interacción con otra persona sorda de otro país, a través de redes sociales como Facebook, o del turismo.

Según Sr. Ted Supalla, doctor de la Universidad de Rochester confirma en el libro de Manual de Signos Internacionales que los primeros archivos indican que el origen del uso de Signos Internacionales está en los tradicionales banquetes, organizado por Ferdinand Berthier, en honor a L’Epee, en París donde reunían los estudiantes de centros educativos de personas sordas de toda Europa. Yo podría bautizarlo como el embrión de esos signos.
Ferdinand Berthier, como el organizador y promotor de los banquetes de los sordos, escribió unas frases en su libro “Los banquetes de los sordos-mudos” (-Le Banquet Des Sourds-Muets- 1850):
Durante siglos, eruditos de todos los países han estado buscando un lenguaje universal, y han fracasado. ¡Bien, este lenguaje existe, y está por todas partes, se trata de la lengua de signos!”

“…allí (en los banquetes) reina una absoluta igualdad; en ese contexto, los signos son el único lenguaje permitido. Los informes, las actas, correspondencias, memorándums, todo se expresa con esa lengua, que las personas sordas de todo el mundo entienden perfectamente”.
Podríamos homenajear a Ferdinand Berthier como padre impulsor de la Lengua de Signos Internacional (en adelante, LSI).
Muchos dicen que la LSI es artificial o limitada, pero no lo creo, porque podemos desarrollarlo con sinergia para convertirla en una lengua con rasgos gramaticales propiamente, construyendo posiblemente una nueva comunidad sorda internacional. La clave es la voluntad.
Personalmente coincido con el doctor Ted Supalla que no tiene ninguna duda de que sea una lengua verdadera, y que una lengua de signos nativa se adapta evolucionando en contacto con otras lenguas.
En otras palabras, no tendría sentido decir que en la actualidad los Signos Internacionales sigan siendo el Pidgin, tampoco un sistema de comunicación artificial porque todas las lenguas de signos del mundo tienen su origen como pidgin, puesto que para los lingüísticos, cualquier lengua de signos se desarrolla naturalmente a base de la necesidad de contactar o comunicar entre dos personas o más porque somos animales racionales. A partir de eso, poco a poco se evoluciona hasta que se convierte en una lengua de verdad.
Quiero decir, la lengua no se nace sola sino que es el mismo ser humano el que la construye en un canal de comunicación entre dos o más personas, debido a la creatividad humana.
Ya llega la hora en que podríamos decir que Signos Internacionales ya tendría su estatus lingüístico desarrollado prácticamente para confirmarse como lengua de verdad.

Según la teoría de Charles Darwin, el Origen de las Especies de Charles, la humanidad es capaz de evolucionar o progresar con nuevas tendencias a cualquier cosa, por ello, la universalización de la lengua de Signos Internacional no supondrá ningún problema. Con la ayuda de Internet se materializará más rápido.

ACCIONES:


PROPUESTAS

ESTRATEGIAS/ACCIONES


Nueva denominación referencial hacia el colectivo sordo en el mundo médico, académico y social (la Trinidad)

Para evitar malas interpretaciones o confusiones en diferenciaciones fisiológicas de la sordera (sordos, oralistas, con implantes cocleares, hipoacúsicos, etc), de forma más neutral sin medir las diferencias ni etiquetas negativas en todos aspectos de la vida: Personas con diversidad funcional auditiva (DFA). Diversidad humana.


Movimiento asociativo

Aplicar la estrategia de la Asociación Danesa de Personas Sordas: crear una nueva red de socios directamente entre una entidad nacional y socios, independientemente de que sean personas sordas o no.

Considerar como miembros en la organización a todas las personas que apoyan la causa sorda.

Hacer desaparecer los intermediarios y apostar por el nuevo modelo inclusivo o integrador en la organización.

Hacer las fusiones de varias organizaciones de la misma causa en una organización unitaria y de carácter nacional.


Convergencia internacional como colectivo internacional

Convergencia de cada miembro de la WFD, con mecanismo organizacional mediante un nuevo y único programa político en común de reivindicaciones de personas sordas bajo derechos básicos, humanos e inviolables con sentido de obligación de implementar.

La única voz y la fuerza del colectivo internacional hacen que la Trinidad lo perciba sabiendo que nos apoyamos mutuamente.

Tenencia de bandera, color y símbolo en nombre del colectivo sordo internacional.

Al estar la unidad de la comunidad sorda internacional, generamos la fuerza conjunta respondiendo a cualquier presión o negación.


Hacer lengua a Signos Internacionales como Lengua de Signos Internacional.

1.Reunión de los expertos lingüísticos de diferentes países para hacer una investigación meticulosa, la re-elaboración y la consolidación de Signos Internacionales a fin de nacer una lengua verdadera, única y universal, como Lengua de Signos Internacional (LSI).  Proyecto internacional.

2.Firma del manifiesto de unir al programa de política lingüística internacional de la LSI por cada miembro de la WFD.

3.Presentación del mismo a la ONU para obtener su reconocimiento con visto bueno. Objetivo: tener el peso internacional de apoyo institucional en el proyecto.

4.Impulso y formación de una comisión o sección de LSI dentro del núcleo del movimiento asociativo de personas sordas de cada miembro de la WFD a fin de hacer una transición “dulce” de la propia lengua de signos a la nueva lengua, independiente del modelo de trabajo o gestión del organigrama del movimiento asociativo de cada país.

5.Diseño y redacción de único proyecto formativo de LSI, de acuerdo de todos los miembros de la WFD. Previamente con el visto bueno por parte de la ONU.

6.Creación de una propia institución académica internacional de la LSI, a fin de hacer la regulación; el perfeccionamiento; la estandarización; la promulgación de normativas gramaticales; y la preservación y la promoción de la unidad idiomática de la lengua de Signos Internacional. Por ejemplo similarmente, Académie Française o Real Académica Española. Crear el tesoro online, gratuito y de libre acceso universal como el diccionario, colgado en la página web de la WFD. Asimismo, una biblioteca digital dedicada a esa lengua, para preservar, favorecer y difundir la visibilidad del patrimonio lingüístico internacional.

7.Contacto de cada miembro de la WFD con las autoridades educativas de su país para la implementación de este proyecto en diferentes programas educativos: Universidades, Escuelas Oficiales de Idiomas, Asignaturas optativas de los colegios e Institutos, y Formación para los profesionales que trabajan con personas sordas. 

8.Introducción de LSI en el listado de idiomas oficiales de la ONU y su reconocimiento en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

9.Partiendo de la ventaja de tener el acuerdo internacional del uso de la LSI como lengua oficial de la Tierra o la humanidad, presionamos a la política para aceptarlo y realizar modificaciones en la legislación de cada país en relación a su regulación legal y aplicación en todos ámbitos de la vida, mientras así saldremos ganando en visibilidad y en el respeto dentro de la ciudadanía mundial.


Modelizar la nueva socialización inclusiva de personas sordas en la sociedad mayoritaria

Crear un Derecho internacional de personas sordas o, en otras palabras, un ordenamiento jurídico de la Comunidad Sorda Internacional, a fin de ajustar sus necesidades y demandas, -causadas por la sordera-, al diseño de las directrices de carácter obligatorio con rango jurídico de mayor importancia para sentarse las bases en el desarrollo de la información visual-auditiva y accesiblemente en todos los ámbitos de la sociedad cuando quiera que convivamos con ella.

En otras palabras, diseñar la información visual-auditiva en función de la vida de la persona sorda.


Otras propuestas

Solicitar a la UNESCO la lengua de Signos Internacionales en el listado reconocido del Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.

Solicitar a la OMS la retirada de “Sordera” de la Clasificación Internacional de Enfermedades vigente (CIE) por tener el concepto peyorativo. La Sordera es vinculante a la Diversidad Funcional Auditiva, como Diversidad Humana. Éticamente no es patológica.

Solicitar a la ONU que sustituya “personas con discapacidad” en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y su Protocolo Facultativo por “personas con diversidad funcional”.


Según el acuerdo de la Asamblea General (2015) de la WFD, se va a crear una nueva Bandera Sorda (Deafflag). Además, se ha puesto en marcha el Comité de Diseñadores Gráficos, formado por personas expertas en diseño de todo el mundo, con el fin de valorar los mismos para la nueva “Deafflag”. Ante tal hecho, me formulo la siguiente cuestión: ¿Por qué no se universaliza la LSI como un idioma verdadero y único a nivel mundial? En caso afirmativo, llegaría a ser uno de los idiomas más relevantes. Sin lugar a dudas.

Perseguimos a que la lengua de Signos Internacional sea un derecho humano y universal para todos los miembros signantes de la Comunidad Sorda Internacional, independiente del grado de perdida de audición y del uso de ayudas técnicas auditivas e implantes cocleares. Es como si las diferentes lenguas de signos de la Tierra, se juntaran en una lengua, a fin de ser una herramienta de “colonizar y universalizar” el nuevo orden mundial de personas sordas. En otras palabras, dar viveza a la lengua de Signos Internacional, como huevo de oro en el futuro orden de las personas sordas de todo el mundo.

Puesto que, las diferentes lenguas suenan como la división, dividir significa separar algo en partes. Somos divididos invisiblemente, como la sordera considerada como la discapacidad invisible universalmente para la sociedad. Es preferible sumar en lugar de restar.

Prácticamente nuestras culturas y lenguas de signos son subordinadas principalmente en el país en donde habitáis con la imposición educativa de la primera lengua a la que se usa en el país. En realidad, la cultura sorda no tiene que ver nada con la cultura mayoritaria oyente, sino con la sordera. Es decir, tenemos las similitudes de la cultura sorda en común.
No vamos a construir de nuevo una nueva cultura universal sino alinear, partiendo y optimando las similitudes entre todas, en una cultura universal principalmente. Creemos enumerar algunas similitudes entre las “diferentes” culturas, independientemente de la cultura colonizada o predominante de cada país en el que vivimos:

  • Vida cotidiana: luces intermentes, formas de llamar, búsqueda visual de espacio circular, contacto visual en comunicación, contacto táctil, sentimiento de vibración.
  • Uso de una lengua de signos por los manos, los ojos y el cuerpo.
  •  Percepción visual principalmente.
  • Tenencia de sensación de ser normal siendo persona sorda como minoría étnica pero no la enfermedad ni la discapacidad.
  • Habilidad innata de captar y expresar la comunicación no verbal más allá del límite lingüístico y la imaginación de la humanidad.
  •  Consideración de diversidad funcional auditiva, diversidad humana.

Deberíamos saber qué pasaría si aceptamos el nuevo orden, indicando las posibles ventajas pero también las desventajas según mi punto de vista:

Ventajas.

  • Fortalecimiento y empoderamiento de unidad de identidad e idiomática universal como nuevo sexto continente de la Tierra.
  • Interacción social entre personas sordas signantes sin fronteras comunicacionales, libre de limitaciones lingüísticas, similar al idioma inglés.
  • Uso práctico, flexible y sencillo de la lengua de Signos Internacionales como lengua neutral y fácil de aprender.
  • Respuesta conjunta y unificada ante cualquier amenaza política, biotecnológica, clínica o socioeconómica en el futuro.
  • Posibilidad de eliminación de prejuicios raciales, religiosos e ideológicos usando una única lengua de Signos Internacional, como herramienta inclusiva e igualitaria.
  • Expansión universal de la lengua de Signos Internacionales como lengua materna de personas sordas en forma de herramienta estratégica y política para convertirse a la vez en un arma potente y un sentimiento de solidaridad internacional.

Desventajas.


  • Tiempo de proceso de transición de más de 10 años.
  • Conflictos de intereses y choque de culturas.
  • Necesidad de equilibrar los signos internacionales entre todos los países.
  • Falta de ganas y voluntad.

En conclusión,

No quiero ser agorero ni vidente, pero preveo los datos factibles indirectamente que tarde o temprano la lengua de signos propia de cada país pasaría a ser una de las lenguas muertas, y consecuentemente peligraría la desaparición de la comunidad sorda, e incluida la cultura sorda.
Tomando la nota del informe realizado por el grupo de expertos sobre las lenguas en peligro convocado por la UNESCO en el año 2003, titulado Vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas, que confirma que cerca del 90% de todas las lenguas podrían ser sustituidas por lenguas dominantes de aquí a finales del siglo  XXI. Asimismo explica que a lo largo del informe la palabra lengua incluye también las lenguas de signos.

Entonces el uso de lengua de Signos Internacional, como primera lengua universal, junto a la toma de medidas de mejorías del movimiento asociativo, son dos vías para evitar la extinción de la comunidad sorda en las futuras nuevas generaciones, y establecer nuestra estabilidad en el futuro.
Si no apostamos por el propuesto nuevo orden mundial, seguiremos viviendo cultura minoritaria e individualista en una sociedad mayoritaria, con una primera lengua distinta y cultura distinta, hasta nuestra extinción.

El filósofo y escritor español, Miguel de Unamuno selló la frase “el progreso consiste en renovarse”. Después el pueblo hizo suyo el refrán de “renovarse o morir”.

Os pongo una metáfora de la fuerza del océano en comparación de la comunidad sorda.

Notamos la fuerza del inmenso océano. Si se enfada, no podemos defendernos de él y nos causa grandes daños o desgracias. Sin embargo, me pregunto de dónde viene la fuerza, y  pues, del agua procedente de los ríos cuyo transcurro se termina en el mar del océano.

El agua es la persona sorda
Los ríos son las comunidades sordas
El océano es la comunidad sorda internacional.

¿Qué elegiríamos: Renovarse o morir?

La decisión está en vuestras manos porque las manos tienen la voz y gritan también.


BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA